Es muy berraco estar fuera del país.

Ingrid Paola tiene 25 años. Estudió derecho en la Santiago y se graduó a los 22 años. Bastante joven para los estandares Europeos que no entienden que en Colombia hayan profesionales tan jovenes. Aquí a los 19 años apenas están terminando los "A"Levels, que son los que te dan las calificaciones necesarias para entrar a a universidad. A esa edad, en Colombia ya muchos studiantes van en tercer semestre de carrera. Definitivamente Ingrid Paola es muy inteligente. Hace solo un año y medio que llegó y ya domina bastante bien el idioma, algo que muchos no logran en 20 años de vivir aquí. Pero no tiene papeles y sin eso no puede conseguir otro trabajo diferente a la limpieza de oficinas. Su manager la odia, es una negra refugiada de Nigeria que llegó hace 25 años, y que no soporta la idea que ella sea blanca, inteligente y bonita. Pero Ingrid está bajo el mando de la negra y eso, a la negra, la hace sentirse menos negra y menos fea, pero sobretodo menos bruta. El día que la negra la mandó a limpiar los baños de los guardias de seguridad, se aseguró que fuera a la hora que los cebosos y horribles "securities" se estaban bañando. Luego uno de ellos , el que se llama Vincent, felicitó a la negra por haberles permitido lucir sus carnes colgantes y fofas en frente de una mujer tan bella. La negra se sintió feliz y victoriosa. Victorias enanas y estupidas para enanos mentales y estupidos.

Solo la falta de papeles de Ingrid Paola la obliga a soportar humillaciones como esa. Pero no puede hacer otra cosa, en Colombia esperan sus giros mensuales, allá no saben de las penurias y humillaciones que los que están afuera tienen que pasar para poder sobrevivir en el extranjero. A veces viviendo 4 en una pieza para poder ahorrar y mandar plata. Otras arriesgando la carcel comparando pasasportes falsos, españoles, portugueses y demás. Pero en Colombia se piensan que acá los colombianos se la ganan suve. Por eso piden y piden que se les mande plata, se les multiplican las necesidades y les aparecen enfermedades que necesitan de jugosos y frecuentes giros. Y su uno les dice que se quiere volver para Colombia, enseguida te dicen que no, que ni se te ocurra, que eso en Colombia está muy berraco. Como si por acá fuera el paraíso. Claro, si uno se vuelve ya no les puedría girar la platica con la que viven tan rico. Y es que cada que uno llama a Colombia y pregunta por el necesitado al que uno le mandó el giro, pues resulta que está en una finca, o se fue para el río a hacer un sancocho o está enguayabado el pobre porque lo invitaron a unos quince. Y es que está la situación tan berracamente jodida, que tienen que salir cada fin de semana para olvidar lo duro que está todo. Mierda, y uno acá que se puede pasar años sin ir ni siquiera al parque a comerse un helado.

Por eso a veces a uno le da hasta miedo llamar a Colombia, porque si pasan 4 al teléfono, escuchas 4 lamentos y 4 disparos por plata: "Haber si me puede mandar alguito mijo, o primo, o hermano, o parce". La historia de Ingrid Paola es la misma historia que viven miles de compatriotas en todo el mundo. Profesionales inteligentes y super calificados que por uno u otro motivo ( y en Colombia hay miles de motivos), han tenido que abandonar el país y, armados con una visa de turista se han quedado después como ilegales, para luego tener que "rebuscarse" la vida soportando malos tratos y humillaciones de estupidos ignorantes, a los que la vida los puso por encima tuyo y les dió papeles. Como dice mi amigo Mario el de Bucaramanga: " Diosito que hiciste tanto hijueputa y los mandaste todos para acá de managers". Y tiene razón. Pero por muy malo que esté todo en Colombia, siempre serán más felices que los que vivimos en el extranjero trabajando como esclavos y comiendo mierda como tales. Pero eso solo lo sabes cuando sales del país. Cuando estás en Colombia, te parece que afuera, en el extranjero si serás feliz. Y es que nos concentramos tanto en lo que nos falta, que olvidamos lo que tenemos.
Este es Henry, el primer amigo Inglés que hacemos los colombianos en el extranjero.