Ya no somos los primeros, pero...

Hace dos semanas informaban los diarios de todo el mundo que Afganistán era ahora, el país con mayor producción de droga del mundo. Según las Naciones Unidas, están produciendo mas droga que Bolivia, Perú y Colombia juntos. Ahora otro informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, informa que Colombia ya no es el país con más secuestros del mundo. Hemos pasado de 3 mil secuestrados en el 2002, a tener tan sólo 300 secuestros en el último año. En el primer caso no ha sido por meritos del gobierno Colombiano, sino, por desmerito de los británicos que están encargados de la provincia de Helmand en Afganistán. La producción de droga se ha multiplicado en sus propias narices. Pero el segundo caso, a todas luces, es merito del gobierno de Alvaro Uribe Vélez. Colombia necesita de estas buenas noticias y de estas sensaciones. Sentir que no estamos tan en la olla, sentir que hay esperanza y que somos algo bueno. O al menos que nos somos los peores.

Y en esto es un especialista el culebrero Uribe Velez. Cuando destapa la caja y se ve a la narcoguerrilla y grita:”Quieta Margarita” a todos se les cae la baba, sobretodo a las señoras mayores que salen encantadas con su aire de paisa oligarca ancestral y sus ojitos azules. “Todo un señor, como los de antes”, dicen las féminas en cuestión. Me cuentan que en Cali salen enamoradas las mujeres cuando baja al distrito pobre de Aguablanca a departir con los líderes comunales. Algo nunca visto en un presidente y menos en los alcaldes de mi sufrida Cali Bella: bajar a ver a los pobres cuando no es época de campaña electoral.

Especialista en darnos la sensación de que todo va magníficamente, de sentir la mejoría, aunque en realidad estemos más jodidos que antes. El culebrero que vende pomadas milagrosas que sirven lo mismo para un roto que para un descosido, para la caspa y el sida, para los narcoguerrilleros y los narcoparamilitares. Este Alvaro Uribe le ha devuelto al país la esperanza que tenia perdida. Como Pandora, en su caja donde guarda la culebra, Uribe al fondo tiene la esperanza. Y como los Colombianos nos agarramos a un clavo ardiendo con tal que “cese la horrible noche” de una vez por todas. Pues el encanto del culebrero paisa nos viene de maravillas porque es lo que queremos creer. Con todo, mentiroso o no, paramilitar o no, Alvaro Uribe Velez muestra un liderazgo del que Colombia ha carecido por más de 20 años. Alguien que mande y comande. Así sea regañando al que le haga preguntas que no le gustan como todo un señor oligarca que es.

Y es que después del pelele Pastrana, después de verlo por televisión con su cara de huebón presidencial, esperando la guerrilla que nunca llego después de haberles dado todo lo que pidieron y mas, hasta un avión robado le metió el guerrillero Arnubio Ramos cuando lo secuestro y lo desvió de Neiva hacia San Vicente del Caguán, y que al final las FARC no lo devolvieron, O como cuando cambiaron la versión inicial de que eran las FARC los autores del collar-bomba de Elvira Cortez, aunque el modus operandi fuera el de la guerrilla. O cuando masacraron de espaldas en el suelo a Diego Turbay y parte de su familia. Y así y todo siguió el proceso de paz y el despeje. Y allí estaba Pastrana con su cara de tonto esperando las FARC, siendo reproducida en todas las televisiones del mundo. Nosotros los que vivimos en el extranjero nos sentíamos avergonzados de ser del mismo país que ese mequetrefe, después de eso, cualquiera es bueno por muy Uribe que sea.

Colombia va para adelante, renaciendo como el ave fénix. Sobretodo la economía esta plétorica. Se han disparado las ventas de carros y el consumo de bienes. Crecemos económicamente más que los otros países latinoamericanos. Llega inversión extranjera que solo es posible si hay seguridad. Y en lo social se redujo el secuestro al 10% y se puede viajar por carretera de vacaciones, algo impensable en la época de Pastrana. Pero sobretodo los colombianos sentimos esperanza, el culebrero la saco de la caja donde guarda la culebra para que el publico se sintiera aun mas fascinado por el (70% de aprobación popular, algo solo visto en dictaduras).Quedan muchísimas cosas por arreglar. Algo normal después de 200 años de “Patria Boba”. Pero poco a poco esta cambiando todo. Esperemos que los narcoparamilitares hayan cerrado sus escuelas de descuartizamiento, donde secuestraban campesinos para poder practicar como desmembrar seres humanos más rápido y mas barato, una especie de masacre de escala. Esperemos que la guerrilla comprenda que el país esta cansado de su violencia, de sus masacres. Pero sobretodo, esperemos que los políticos comprendan que si se siguen robando la plata del pueblo y creando desigualdad social con tal de conservarse en el poder, nada cambiara al final, Son estos últimos el origen de todo lo malo en Colombia y son ellos los que tienen la respuesta.¿No será que el culebrero tiene una pomadita de esas milagrosas para cambiarles la conciencia social a los políticos?