Mi compadre Boterito y el Código Da Vinci

Ayer por la noche me llamó muy emocionado mi compadre Boterito:

- Compadre, ¿Ya vió el "Da Vinci code"?
- Yo le respondí: no compadre, ¿Por qué?
- Increíble compadre, ¡dizque Jesús tenía esposa! Nada menos que La Magdalena y hasta tuvo hijos.
- Pero como se le ocurre Boterito, que es eso de que tuvo hijos, ¿o sea que hay descendientes de Jesucristo por ahí caminando la tierra? Jesús nunca se casó, y menos con María Magdalena, no ve que ella era una prostituta.
-No, no lo era, eso se lo inventó la Iglesia Católica para someter a las mujeres
- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Eso lo dice el Código Vinci? Le respondí asombrado.
- Sí, se lo inventó el Papa Gregorio Magno en el siglo sexto. Dijo orgulloso.

Me sentí un poco opacado de que fuera el compadre Boterito quié me estuviera dando una lección de Teología. Generalmente era el quién me preguntaba hasta como se cocía un huevo. Me sentí celoso de que supiera algo que yo ignoraba y además tan importante. Pillado en falta y por no ser menos, miserablemente le dije con mala leche:

-No sabía que era teólogo compadre

Pero Boterito es muy humilde y me desarmó con su sencillez absoluta, de paso haciéndome sentir como un zapato:

-No compadre, usted sabe que yo soy muy bruto para esas cosas, fue que me lo explico la niña después de la película, y usted sabe que ella entiende mucho de eso.
-Ah! ¿Fue con Graciela a ver la película?- Ahora todo encajaba: Graciela es la hija menor del compadre Boterito, tiene 16 años y es una niña preciosa y muy inteligente. Su padre ve por los ojos de ella. Mi ego creció un poquito.
-¿Y ella que dijo?
-Me contó que en el colegio habían estado hablando del libro, el profesor de sociología es un australiano al que le gusta que ellos usen la cabeza y que piensen más allá de lo que a uno le muestran.
-¿Mas allá de lo que a uno le muestran?
-Si compadre, ella dice que la Iglesia Católica ha vivido ocultando la verdad para no perder poder sobre la gente, que a ellos les conviene mantener al pueblo ignorante y que no se piense más allá de lo que está escrito para poder dominarlo a uno.

Aquí me entró la duda, ese no sonaba como mi compadre, para nada. ¿Me estaba hablando mi compadre de una conspiración de dos mil años por parte de la iglesia para obtener y mantener el poder? ¿ apoyada tal vez por todos los gobiernos de los últimos dos mil años?

-Compadre, ¿Usted sabe de lo que me está hablando? Le dije alarmado. Y continué:
-Eso significa que la religión en nombre de la cual se han hecho tantas guerras, y que ha producido tantos grandes hombres y tantas nobles ideas, no es la verdadera; que el libro sagrado de millones de personas en este planeta está errado, que las bases mismas de la sociedad en la que vivimos son falsas.

Ya me había enrutado e iba a mil por hora, no podía parar:

-Compadre, si hasta queremos cambiar a los países del medio oriente basados en esa idea, pero lo más tenaz es que eso significa que Jesucristo tiene descendientes viviendo entre nosotros; ¡tal vez usted o yo! Y me atragante con las ideas y las palabras. Era demasiado para poder pensar con claridad.

Boterito me respondió:

-Uy! compadre, viéndolo así, pues ya me da hasta miedo hablar del tema. Déjeme le pregunto a Gracielita y lo vuelvo a llamar. Y colgó sin darme tiempo a seguir exponiéndole la magnitud y los alcances que podría tener una idea semejante: Jesucristo se casó… y tuvo hijos… y además con una prostituta…y dos mil años de mentiras…y mis creencias…y……uuuuffff!!!.